El redoblar de los tambores de la Banda de Cornetas y Tambores de la localidad llamó a concentrarse a los vecinos en  la Plaza de España y comenzar el entierro de Doña Sardina Fresca se Vende hasta llegar a los alrededores del Complejo Cultural "El Almacén" donde el Oficiante  dedicó el último responso a la difunta de cuerpo presente antes de proceder a su incineración en la enorme candela que los Operarios Municipales habían preparado horas antes. Muchas lágrimas y sollozos de despedida a Doña Sardina. Seguidamente los dolientes se dispusieron a degustar las deliciosas sardinas que el Excmo. Ayuntamiento puso a disposición de los asistentes. Los 45 kilos de riquísimas sardinas, acompañadas de una rica sangría y de vino de la tierra, se fueron consumiendo al igual que la difunta de la que no quedó ni la “raspa”. Buena participación de niños y mayores y buenísima también la Organización que los Concejales del Equipo de Gobierno y los trabajadores municipales que ofrecieron a los asistentes.